VERSOS ADOLESCENTES

Una pequeña síntesis creada durante mi años de adolescencia, inspirada en esas interminables conversaciones. Gracias
Gracias a la juventud que burbujeaba en mis venas, gracias a mi madre que no me dejaba salir, gracias a esas interminables conversaciones de amigas, gracias por su confianza, sus vivencias y sus lágrimas y las mías mismas. Gracias a todas ustedes, mis queridas amigas, por compartir parte del camino de vida. Gracias por enseñarnos mutuamente, aprendimos tanto juntas; gracias por compartir alegrías, por compartir dolores y decepciones. Gracias por que sin ustedes, jamás hubieran salido estas letras, estas letras que hoy comparto y veo desde otra perspectiva... Gracias a los cuentos de hadas que nunca nos enseñaron a coser corazones ni que somos mucho más que eso. 

Mi regalo perfecto

Regálame una rosa azul.
Colócala sobre mis ojos,
para mirar la vida con ilusión;
pósala sobre mis labios,
para no hablar con desolación;
acaricia con ella mis oídos
para no hacer caso de la sin razón;
y duérmela sobre mi pecho,
para que florezca en mi corazón.



A mi reflejo

Me veo, te veo…
Sólo hoy tus ojos me dirán que sientes y esperas,
sólo el brillo de tus pupilas cansadas
posadas en desesperado descanso
sobre mis muslos desnudos
me hablarán de ti.

Sólo el suspiro de fuego de tus labios mudos
me dirán en silencio si me extrañaste o no,
me contarán historias salvajes soñadas
hace tiempo por desconocidos.
Compartirás mi alma
mezclarás tu sudor con el mío en un éxtasis
de ensueño,
ahuyentaré los fantasmas,
me batiré en duelo con ellos
con la sola esperanza de recibir como premio final
un beso, una caricia, una canción.

Sólo tus ojos conocen el secreto que guardan los míos
y navegan con infinita calma
entre los colores de mis pupilas;
sólo ellos saben las veces que lloré por amor,
sólo tu aliento tuvo el poder de revivir mis ansias;
de calmar mis desvelos
de adormitar mi espíritu cansado de tanta lucha.

Sólo tú conoces las palabras que necesito oír,
sólo tú guardas el poder de envolverme en un mar de
paz,
de invitarme a volar aferrada de tu cuello,
de regalarme la libertad que siempre
con desesperado brío demandé.

Y con esa inmensidad de sensaciones esparcidas sobre
mí,
cerraré los ojos.
Descansaré sobre tu espalda en un sueño eterno,
dibujando con la punta de mis dedos
los lugares a los que hemos viajado sólo en sueños.

Y al despertar,
 tal vez descubra que en verdad existes

Sólo una palabra tuya, bastará para sanarme.



Dime cómo

Cómo amarrarte corazón
Si tus latidos me ensordecen,
Cómo conservar la pena
Si el sólo verte la revierte.

Cómo liberar las lágrimas
Si tus palabras las mitigan,
Cómo temerle a mis fantasmas
Si en cada duelo los vences,
con un beso.

Cómo pretender no ver
Si empiezas a enseñarme
que hay mucho por conocer;
cómo mantenerme inerte
ante tu encanto inconsciente.


 

Desconcierto


Camino a tientas,
alma ciega, terco el corazón.
Piernas que llevan mi cuerpo
Por sendas traviesas…
Hacia dónde me conducirán.

Hoy tengo el corazón semi partido
No digo roto, ni herido
Porque aún recojo los pedazos que me dejó otro amor
Y aunque lo niegue
Temo y lo sabes, revivir el dolor.

Más cuando descubrí tus ojos
Creí presentir en ti la medicina,
ésa que hoy paladeé amarga por vez primera;
Manos de hierro hirviente
En golpe certero, golpe fatal.

Intento contener las lágrimas
Que claman en desesperado afán
Escapar del encierro de mis párpados,
Que intentan revelarse ante todos
Y gritar sus penas, sus miedos, sus recelos.

Conciencia briosa que empieza a cobrar vida,
Amargura sublime,
Escándalo de emociones.

Quién pudiera cambiar los rumbos,
Quién canjear penas por alegrías;
Dónde estás que sería yo tu principal cliente.
Quién pudiera leer mis palmas y aventurar mis días.

Más sé que tengo el corazón terco,
Que no obedece,
¿Cómo resistir el encanto de tus ojos?
¿El candor de tus palabras?
¿La calma eterna en que me envuelves con tus besos?

Cómo ambicionar ser quien no soy,
Cómo pretender no ser juzgada;
Cómo mirarme al espejo con la frente en alto,
Si hoy mi alma y mi conciencia me traicionan.

Quién me dirá que mi camino es certero
Si empiezo a temer tu laberinto,
Cómo escapar de tu magia que me envuelve
Cómo no hacerlo…
Si es contigo que respiro.

Ojalá respiraras a mi mismo ritmo.


 

Si me dejaras


Quisiera ser mucho más que piel en tus brazos
ser alma que vuela al viento
envuelta en las alas de tu amor.

Ser paz para tu mirada cansada
sosiego a tus desvelos
ser el agua del manantial que te librará de pecado,
el sueño que guardas
en tu sonrisa de niño.

Quisiera regalarte el candor de mis caricias a la distancia,
ser el arrullo que adormece tus noches sin tregua.
batirme a duelo con los fantasmas que atormentan tu espíritu.

Misterio, poesía
ser ligera
ser mujer.

Quisiera regalarte mis ojos
para que veas en ellos el fondo de mi alma
y así comprendas
la inmensidad de mi amor.

Quisiera ser todo eso y mucho más
la oferta está hecha
si sólo tú, tan sólo
me dejaras.


 

Rumbo equivocado


Hoy sus pasos empiezan a tomar rumbos nuevos,
Pétalos de rosa encendidos
Ansias malditas
Pecados gloriosos.

Lágrimas enfrascadas en ojos delirantes
Encuentros desafiantes
De realidades inciertas;
Y sapiencias tortuosas.

Plegarias rebotadas,
Demonios juguetones,
Ángeles salvajes en aquelarre,
Vírgenes brujas en oración.

Hoy tomó su mano,
Besó su piel;
Saboreó sus labios
Navegó en su ser.

Descubrió en sus ansias
Su necesidad,
Paladeó su esencia,
Se perdió en su tez.

Conciencia infernal,
Corazón indómito;
Alma aprisionada en abrazo letal;
Amor prohibido, pasión mortal.

Cuán lejos pudiera huir de su verdad,
Qué horizontes por descubrir,
Cuánta posibilidad negada…
Amnesia, por una mirada.

Y así se sucederán los días
Y los condenados,
Aferrados a la idea de no muerte,
Perseguirán en terquedad sus sueños.

Lejos muy, de miradas ajenas,
Brindarán por ellos.
Mientras el mundo permanecerá ignorante
A todo lo que son capaces de decir
Con el sólo encuentro de sus pupilas.

Nadie sabe qué hay detrás de dos
Que no se dicen nada,
sólo sospechas
Nada tangible.

Esa es su ley, ése su karma
Y esa inconstancia, lo que los une.



Andares

Desesperada y cansada el alma
Tras superfluos esbozos de lastimeras quimeras;
de sueños rotos antes de un comienzo, … si quiera leve;
lágrimas cristalizadas, abandonadas a una suerte que,
muy probablemente, jamás se establezca en el marco de mis pupilas;
corazón desbocado en interminable búsqueda,
tal vez inalcanzable.

Intento rasgarme la piel para despertar mi cordura,
fingiendo indiferencia que ojos delatan;
Te imagino sobre mí, en un sublime encuentro.
Ensayo mil maneras de besarte- (de tenerte);
De atrapar tu piel entre mis poros,
De hipnotizar tu alma entre mis piernas.

Grilletes agridulces de mis lágrimas nocturnas,
ausente compañía de noches sin estrellas.
Qué tortura atar este mar de emociones
que entra en desesperada tempestad con sólo verte,
Doblegando ansias, arrastrando escrúpulos.

Cómo matar las ansias, abandonar el miedo,
Reencontrar mi esencia si no sé quién soy,
Cómo soy, quién fui ni quién seré.
¿Dónde encontrar la fuerza, para volar?,
Si en tu vida encuentro mi alimento
y en tu ausencia un constante sinsabor.



Sálvame

Si sientes que al mirarme, de repente huyo, ¡Detenme!
Si ves por un instante que tu mirada evito, sostenla
Si encuentras que me aparto a tu contacto, retenme
Si parece que quiero irme, no me dejes.

Comprende que el corazón también tiene memoria
que antes que tú tal vez alguien me hirió
y que ahora son iguales las ganas y el temor.

Silencia mis labios con un beso,
hipnotízame con el amor de tus ojos.
Sé pródigo
y tiernamente envuélveme de ti.
Aférrame a tu pecho en salvaje abrazo.
Respírame, víveme, saboréame.
Prometo no temer a los abismos.

Cura mis heridas con palabras;
Explora en mis pupilas, doblega mis temores;
Abrígame en tus brazos hasta quedar dormida,
Haz germinar mi amor con tu calor;
Porque te amo... sálvame.
Enséñame a confiar.


 

Tempestad


Tengo miedo al vacío de la ausencia de tus besos,
a la inercia de unos ojos que miren sin sentir;
Cantos sin ritmo ni  cadencia
a escribir versos desnudos de pasión.

Mirada de fuego convertida témpano impenetrable,
palabras mudas nacidas de cuerdas muertas
ausencia de vida, de aire, de encanto;
movimientos torpes de un cuerpo que no va más.

Dónde fue la sonrisa de tu alma,
qué rumbos inciertos tomarán tus pasos,
quién consumió del brillo tus pupilas.

Viéndote de lejos torpemente adivino tus pesares
Caja de Pandora que no se abre, en eterna permanencia,
Risas efímeras,
torpes esbozos de una felicidad forzada y vidas prestadas.

Dónde empieza el torbellino en que te hundes,
en qué punto asomarán tus brazos para salvarte,
tempestad veleidosa,
que intenta acaparar también mis sueños.

Búsqueda constante de un saber incierto,
soledad atrapada en paredes de piel,
ansias locas de eterna compañía cada vez más lejanas,
encadenadas en tus propios calabozos.

Impotencia alimentada al no saber qué hacer,
silencio que ametralla
mil palabras encerradas en el umbral de mis labios,
tantas historias por contar.

Déjame navegar en tus anhelos y recelos,
sumérgete en los míos y libera mi alma temerosa,
quiero dormir tranquila, no quiero más pesadillas.
sólo quiero cerrar mis ojos y ver los tuyos en cabrilleo.

Las puertas sólo esperan la llave adecuada,
el tiempo es cómplice cuando las ganas ciertas
corazón y conciencia, amantes rivales;
más corazón que codicia.

Aún así te sigo de lejos cargada de inquietudes
tomo del riesgo la espada que lastime menos;
No sé por cuanto, ni cómo
sólo que al bajar la guardia… tal vez me perdería.


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